El Barça selló en el clásico el finiquito del proyecto de Julen Lopetegui. Tras diez jornadas de Liga, el Real Madrid se queda a siete puntos de los azulgranas, líderes, y su entrenador tiene las horas contadas en el banquillo. Aunque tiró de orgullo en el segundo tiempo, la puesta en escena blanca fue paupérrima. Como en el partido contra el Levante una semana antes, el Madrid salió hecho un flan, con errores impropios de un equipo de su categoría. Enfrente, el Barça no echó de menos a Messi y mostró la contundencia que falta a los delanteros blancos, a los que volvió a suplir Marcelo.
El Real Madrid compareció encogido, sin personalidad y sin balón. El Barça aprovechó la situación, jugó a sus anchas y explotó un punto especialmente débil en la defensa rival: el costado derecho. Jordi Alba entró como quiso, libre de la vigilancia de Bale y ganando la espalda de Nacho. Tras un primer aviso, desbordó hasta la línea de fondo y dobló el pase para Coutinho, que marcó casi a placer cuando se acababa de cumplir el minuto 10.
El resto del Madrid no funcionaba mucho mejor. Apenas tenía el balón y siempre en campo propio, salvo en un par de escapadas por velocidad de Bale. Una de ellas la remató Benzema en la mejor ocasión blanca antes del descanso. Courtois evitó el 2-0 en un disparo de Arthur tras un error garrafal de Sergio Ramos. Al poco llegó el 2-0, de nuevo por la banda de Alba, esta vez con un penalti de Varane a Luis Suárez; un derribo claro que no obstante tuvo que rescatar el VAR. Lo transformó el propio delantero uruguayo pese a que Courtois se lanzó bien.
Varane acabó el primer tiempo lesionado y fue sustituido tras el descanso por Lucas Vázquez. Lopetegui cambió el dibujo, dejó a tres jugadores atrás y adelantó a Marcelo y al propio Lucas Vázquez como carrileros. En una jugada de este por su banda, el brasileño acompañó por la suya y acabó cazando un balón en el área pequeña y rematando como el delantero que lleva dentro. 2-1.
El Madrid mejoró de forma notable, ya que la salida de balón pasó a depender de Kroos. A punto estuvo de marcar tras un grave error Busquets, pero el tiro de Bale dio en el palo. Pocos minutos después fue Suárez quien remató a la madera, de forma acrobática tras una subida de Sergi Roberto.
Del intercambio de golpes que resultó la segunda parte también salió victorioso el Barça. Benzema resolvió con un cabezazo defectuoso a pase de Lucas Vázquez, mientras que Suárez no perdonó y cabeceó a gol un envío de Sergi Roberto. El uruguayo redondeó su ‘hat trick’ a ocho del final, tras otro error de Ramos. El capitán resbaló y dejó el balón a pies de Sergi Roberto, que se anotó otro pase de gol.
Con el Madrid hundido, la ‘manita’ llevó la firma de dos jugadores que acababan de saltar al campo: Dembélé, que se escapó por la izquierda, y Arturo Vidal, que cabeceó el 5-1 definitivo.