Este miércoles ha sido un día para el olvido para Chris Froome. El corredor británico sufrió en la etapa reina de la carrera y perdió tiempo valioso con respecto a su compañero Geraint Thomas y los otros favoritos.
El monte Saint Lary Soulan fue implacable con el británico que perdió 1 minuto 35 segundos con el ganador de la jornada que fue Nairo Quintana y 38 segundos con el líder Thomas, que ya le lleva 2 minutos y 31 segundos en la clasificación general.
Una desventaja que pudo haber sido mucho peor si no hubiera sido por el colombiano Egan Bernal, que le ayudó a Froome en los metros finales. En esta jornada, el cuatro veces ganador del Tour tuvo una decaída pocas veces vista en su laureada historia en la ronda gala.
Como si el día no hubiera sido suficientemente duro para el líder del Sky, cuando descendía de vuelta al bus del equipo fue tomado por un gendarme, que lo lanzó al suelo pensando que era un aficionado.
Gendarme trekt Froome van fiets in afdaling na de finish. Dacht dat het een toerist was die naar beneden ging… pic.twitter.com/3oEByf9fhR
— Raymond Kerckhoffs (@raykerckhoffs) July 25, 2018
Froome vestía una capucha negra y estaba acompañado por su escolta vestido de civil por lo que el oficial pensó que era un fanático. Los hinchas tienen prohibido recorrer las carreteras en su bicicleta y por eso el gendarme reaccionó de esta manera.
El británico se mostró molesto con la situación y encaró al apenado hombre que le pidió disculpas por no haberlo reconocido.
Al final de la jornada, Froome aceptó ante los medios que es muy complicado que pueda vestir la camiseta amarilla en Paris y que va a ayudar a su compañero a conservar la ventaja.
“Contamos con Geraint Thomas como sólido líder de la carrera, como demostró en la ascensión. Sólo nos queda arroparle y protegerle, y esperemos que dos ciclistas del equipo ocupemos el cajón de París. Si le veo de amarillo, me sentiré muy feliz”.
