FÚTBOL Fútbol del mundo

La hora más oscura del Real Madrid de Zidane

El campeón de la Liga de Campeones está a 19 puntos del puntero Barcelona.

La camiseta del Real Madrid lleva un escudito, dorado, al costado izquierdo de la camiseta. Esa es la marca del campeón del Mundial de Clubes, del mejor equipo del mundo. Sin embargo, el conjunto dirigido por Zinedine Zidane está hoy muy lejos de representar esa insignia: es cuarto de la Liga de España, a 19 puntos del líder Barcelona; en la Liga de Campeones clasificó a los octavos de final como segundo y enfrentará al PSG de Neymar, pero eso es hoy lo menos grave.

Lo complejo del problema es que no se ve cuál será el camino para reversar la crisis. “Falta de actitud no es”, dijo el defensa Nacho, luego de la derrota el sábado pasado contra el Villarreal, que por primera vez en su historia ganó en el Santiago Bernabéu. Y evidentemente no lo es: el Madrid remató 28 veces al arco (10 fueron directos al arco) en su último juego, tuvo 11 tiros de esquina, el balón lo mantuvo el 58 por ciento del tiempo, pero no fue suficiente.

Y no basta porque a la actitud y a los tiros al arco hay que sumarle puntería. El Real Madrid tiene en esta Liga un promedio de 19,3 remates por partido, pero solo hace 1,8 goles por juego, cifra nefasta si se compara con la del Barcelona, que hace casi tres goles por juego (2,7 por ciento). Y sus goleadores, en especial Cristiano Ronaldo, no aparecen. Los máximos anotadores en el torneo local tienen solo ¡cuatro goles! (‘CR7’, Bale, Isco y Marco Asensio).

Zidane, blanco de la crítica

A pesar de ganar dos Ligas de Campeones consecutivas, obtener la Liga de España y ganar cinco títulos en el 2017, el héroe de la ruleta de Glasgow pasó de ser un dios a un extraño en el Bernabéu. Nadie entiende por qué Zinedine Zidane no quiere traer jugadores, se empeña en que “confía en su plantilla”, pero a la hora de demostrarlo en la cancha se contradice. En el juego contra Villarreal solo hizo dos cambios y dejó calentando durante todo el segundo tiempo a Borja Mayoral, su único delantero disponible.

Zidane “confía tanto en su nómina” que, por ejemplo, en el clásico contra el Barcelona, en el que cayó humillado 0-3 en su casa, no tuvo en cuenta a Isco, uno de los jugadores que más se ha destacado y ayudó al equipo cada vez que se le necesitó. “Hay algunos que juegan menos últimamente porque la situación no hace que puedan cambiar muchas cosas, pero son todos importantes hasta el final”, dice el discurso viejo y repetido del francés, el mismo que aburrió a James Rodríguez y a Álvaro Morata, que hoy brillan fuera de Madrid.

Deja una respuesta