Nadal se medirá por un puesto en octavos de final contra el belga David Goffin, favorito 27, verdugo del serbio Miomir Kecmanovic por 6-2, 6-4 y 6-3.
Era la octava vez que el español se medía contra un rival procedente de la previa en Roland Garros y, como en todas las anteriores, solucionó el compromiso sin ceder un parcial.
En busca de su duodécimo título en París, el defensor del título sumó su triunfo 88, con un tenis muy sólido hasta la manga final, cuando se dejó arrebatar el servicio en dos ocasiones, aunque el balear lo solucionó robándolo tres veces.
Los siete juegos cedidos este miércoles, sumados a los seis de su debut contra el también germano Yannick Hanfmann, hacen que empate su cuarto mejor inicio de la quincena en la tierra batida parisiense.
Todavía sobre la pista, Nadal reconoció que en el tramo final levantó el pie del acelerador y que su rival venía con una buena dinámica tras haber ganado cuatro duelos, los tres de la previa y la primera ronda frente al belga Kimmer Coppejans.
«Es un buen jugador, en Roland Garros ha ganado ya cuatro partidos, ha llegado con una gran confianza», dijo.
«Para mi es una victoria importante, estoy muy contento de volver a la Lenglen, sigue siendo increíble cada partido aquí en Roland Garros», dijo.
Aseguró que la central es «la pista más importante» de su carrera, pero en la segunda en importancia, de 10.000 asientos, «el público está más cerca y se hace muy agradable».
Contra Goffin afrontará un rival en horas bajas, que no le ha ganado nunca sobre tierra batida. En cuatro duelos, el belga solo ha ganado uno, disputado sobre pista dura del torneo de Maestros en 2017, en el que el español acabó lesionado.