“Si pasamos los primeros seis días, estamos en el cielo”, fueron las palabras de Mauricio Velásquez Sierra, copiloto del equipo colombiano MS2 Racing, antes de partir para el Rally Dakar.
El evento, considerado el más duro en el mundo, regresaba al Perú después de cinco años y los primeros seis días eran por las temibles dunas del desierto.
A eso le tenían miedo los representantes cafeteros. A las dunas inmensamente grandes que parecen no tener fin. “Cuando su transita por ellas ves unas vistas increíbles que te hacen pensar que te has equivocado, porque es como si estuvieras en el mismísimo Sahara. Son unas dunas de arena extremadamente fina que parece que no tienen fin y cuando menos piensa uno el carro se queda pegado”, comentaba Mauricio.
Ese temor se les hizo realidad porque el segundo día, al igual que otros 20 coches, el desierto se los “tragó” y sus coches no pudieron con la fina arena. Tuvieron que ir en su rescate, no terminaron la etapa y por eso fueron penalizados para la tercera fracción. Ayer, solo pudieron salir a eso de las 11:00 a.m.
“El MS2 Racing, de Mauricio Salazar Velásquez y Mauricio Salazar Sierra, único equipo participante por Colombia en la categoría autos no se reportó en la meta de la etapa 2. Extraoficialmente se habla que se encuentran atrapados en una duna junto a otros 20 carros. La organización los estaría auxiliando y los sacaría en la madrugada”, fue el reporte inicial del equipo y así sucedió. Ayer, a falta de un control, cuando pasaban por el sexto, la pareja colombiana aparecía en el puesto 72 y se esperaba que llegaran en la noche a la ciudad de San Juan de Marcona, final de la etapa.
“Si logramos terminar los primeros seis días, creo que llegaremos hasta el final en Córdoba, Argentina”, sentenció Velásquez Sierra.
Hoy, la cuarta etapa se cumplirá en San Juan de Marcona con otro recorrido extenuante pues son 330 kilómetros.