El delantero portugués recibió un golpe cuando marcó su doblete y quiso ver bien la gravedad del corte.
Pelota levantada por Lucas Vásquez al centro del área, Cristiano Ronaldo se lanzó de cabeza para conectar el balón. Gol. Fue el sexto de la goleada del Real Madrid 7-1 frente al Depor y el segundo en el año para el delantero. El portugués no celebró, se quedó tirado en el piso tomándose la cara. El pie derecho del defensor suizo Fabian Schär lo había cortado en el momento en el que cabeceó. Fue un minuto y 14 segundos lo que duró en el piso antes de levantarse.
Cuando lo hizo se pudo ver el corte en la oreja, la sangre había pintado la zona superior derecha de su rostro. Con un pañuelo para detener el sangrado salió caminando, junto al asistente, del gramado del Santiago Bernabéu. Exhausto y con dolor caminó haciendo presión en la herida, pero antes de salir del terreno de juego le pidió el celular al miembro de los servicios médicos del club para ver el aspecto de la herida.
Tras constatar que no había sufrido una herida grave, se tranquilizó. Aunque no dejó de hacer gestos negativos con su cabeza. El cuidado personal y su aspecto no son detalles para el portugués. Después de salir del terreno de juego no regresó. Sin más cambios, el técnico Zinedine Zidane, decidió sacar del campo al delantero luso y disputar los últimos minutos con un hombre menos.