A pesar de que el resultado no fue el esperado, Miguel Ángel López terminó contento. Reconoció que le hizo falta suerte y que queda tranquilo porque se preparó bien para esta carrera y terminó cediendo terreno por problemas ajenos a él. Aunque el objetivo era el título y lo mejor que pudo hacer fue culminar séptimo, Superman terminó vestido de blanco como el mejor de los jóvenes.
“Contento por lo que se ha hecho, no ha sido cosa mía ni cosa física lo que ha pasado. Igual nos vamos con tres victorias y el magliot blanco”, dijo, haciendo referencia al trabajo de equipo. “Ha pasado así y no hay que reprochar nada. Hay que estar tranquilos”, dijo en tono sereno. S
obre lo ocurrido en la carrera comentó que “Todo nos iba saliendo bien en los primeros días, tenía mucha ilusión porque llegaba la montaña, pero justo ahí la suerte no estuvo. Ya llegará nuestro momento”, aceptó.
Respecto al aprendizaje que le deja este Giro de Italia 2019, el boyacense afirmó que “hay que seguir con calma y aceptar las cosas que pasan. Nos dimos cuenta que no sólo se necesita una buena preparación y estar con buena condición física sino que es importante tener suerte, eso nos faltó”, dijo, intentando explicar los constantes problemas mecánicos en momentos claves y la caída por culpa de un aficionado en la jornada del sábado.
¿Le quedan piernas para grandes vueltas?, le preguntaron en diálogo con ESPN. Y respondió: “Yo creo que si mí Dios me tiene preparadas grandes cosas, vendrán. La vida se trata de disfrutar el día a día y de momento no tengo ninguna grande, pero debo ser agradecido por todo lo que he logrado. Espero que lleguen mejores momentos, pero ahora estoy contento”, dijo.
Finalmente, felicitó a su amigo Richard Carapaz, quien se quedó con el título del Giro de Italia. “Me alegra por él que haya cumplido sus sueños. Se ha metido en el libro de los grandes y eso me da mucha alegría”, finalizó.