De la ‘bbC’ a ‘Be-Ba’ un trago para olvidar. Así se encuentra gran parte del madridismo con la nostalgia de los 450 goles en 438 partidos que dejó Cristiano en el Madrid. Son 6 horas y 49 minutos sin marcar. Alavés, CSKA, Atlético, Sevilla y 49 minutos ante el Espanyol. Este mal trago está dejando confundida a la propia plantilla. “Goles, fútbol y victoria. Lo tenemos claro. ¡¡¡A por ello!!!”, lanzaba Benzema en sus redes sociales horas antes de salir hacia Mendizorroza desde el Gran Hotel Lakua, donde la plantilla blanca se alojó esa misma mañana después de dormir la previa en Madrid.
El francés no rompió su sequía goleadora en su séptimo partido consecutivo sin marcar, pero asentado igualmente en la titularidad. “No creo que nos falte carácter”, decía Varane tras el partido. Faltó ver a Benzema en el segundo tiempo. Se marcó un Bale al descanso. “Tiene unas molestias en los isquios de la pierna derecha. El lunes se hará pruebas”,informaba Javier Herráez en Carrusel. Como hizo Bale en el derbi por unas molestias en el aductor, sin parte médico, y que le apartaron de Moscú. Por tanto, más que decisiones técnicas de Lopetegui parecen cambios obligados. Karim también goza de la condición de aforado (titular en todos los encuentros): 1,5 disparos por partido en 11 choques con un escaso botín de cinco tantos, cuando Cristiano promediaba el año pasado cinco chuts por encuentro…
Y la reaparición de Bale no trajo la vitamina del gol sino la confirmación de sus enésimas molestias. “Estuvo más de 15 minutos andando sobre el campo y antes de irse se permitió el lujo de chutar una falta”, analizaba Alkorta en Carrusel. “Sólo es fatiga”, explicaba el club a los medios, pero sin la publicación de parte médico. Otra vez, sus ‘molestias’. “Va en nuestro ADN luchar hasta el final”, reivindicaba Ramos. Posiblemente no en el de Bale, que pidió el cambio en el 80’ porque visualiza un Gales-España (11 de octubre) que no piensa perderse.
“Mis jugadores han salido con muy buena actitud”, argumentaba ayer Lopetegui. Así que Mariano salió porque Benzema se lesionó. Y Vinicius entró por Bale por lo mismo. “Cuando entendamos que nos puede ayudar, decidiremos”, explicaba el técnico sobre el brasileño antes de ganar al Roma. En aquellos días Vinicius jugaba con el Castilla. Ayer, como ante el Atlético, fue la solución de emergencia más que de convencimiento. En realidad le falta su pieza clave, Isco, que escribió ayer en Twitter: “Confianza absoluta en mi equipo”.